Ciberbullying

El acoso cibernético es el acoso que tiene lugar a través de dispositivos digitales como teléfonos móviles, ordenadores y tablets para amenazar, avergonzar, o humillar a otra persona. Por definición, ocurre entre niños y jóvenes, pero también se puede dar en adultos. En ese caso estaríamos hablando de otro tipo de delito.  

Hoy en día el acoso escolar se ha convertido en un gran problema social.  Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), España es uno de los países donde más se práctica el Ciberacoso.

Las nuevas tecnologías han traído  unas nuevas formas de acoso  alejadas de lo que conocíamos como acoso tradicional. La fundación ANAR y la Fundación Mutua Madrileña han publicado un informe en el que decían que uno de cada cuatro casos de acoso escolar es Ciberacoso.

El ciberacoso no es sólo un problema de la sociedad española sino que es un problema que concierne a un gran número de países del mundo por las consecuencias que causa entre la población infantil y juvenil. Desde que conocemos el ciberacoso, el número de casos ha ido aumentando progresivamente y ha convertido este tipo de violencia en un problema social.

¿Cuándo estamos ante un caso de Ciberbullying?

El acoso cibernético puede ocurrir a través de  diferentes medios como por ejemplo; mensaje de WhatsApp, aplicaciones, redes sociales como (Instagram, Facebook, Twitter) foros o juegos donde la gente puede participar o publicar contenido. El acoso cibernético incluye enviar, publicar o compartir contenido negativo y falso sobre otra persona.

El gran problema del Ciberbullying es que se puede realizar el acoso desde cualquier lugar y en cualquier momento, manteniendo el anonimato haciendo cada vez más vulnerables a las víctimas.

El agresor publica o  envía una foto comprometida  de la persona acosada sin el consentimiento de la víctima.

  • El agresor comparte información privada de una persona sin su permiso y con la intención de avergonzarla.
  • El agresor intenta excluir a la víctima de grupos de chat, mensajes etc.
  • El agresor intenta ser alguien con el propósito de engañar y aprovecharse de otra persona.
  • El agresor intenta hacer o decir cosas para dañar la reputación de otra persona.
  • El agresor intenta asustar, amenazar a su víctima.
  • El agresor se hace pasar por la víctima en chats y foros.

En el 75% de los casos según la fundación ANAR, las víctimas no piden ayuda a un adulto hasta pasado un año del acoso escolar.

¿Cómo actuar ante un caso de Ciberbullying?

Cada caso es individual, pero hay algunos consejos generales, que tanto padres como niños y adolescentes pueden utilizar:

Para jóvenes y adolescentes:

No es tu culpa: Cuando alguien intenta ser cruel contigo, eso es intimidación y no debes culparte. Nadie merece ser tratado cruelmente.

No respondas ni tomes represalias: A veces una reacción es exactamente lo que los agresores están buscando.

Guarda las pruebas: La única buena noticia acerca de la intimidación en línea o por teléfono es que por lo general se puede capturar, guardar y mostrar a alguien que pueda ayudar.

Pide ayuda: No tengas miedo en pedir ayuda, no estás solo en esto. Habla con tus padres, profesores o  personas de confianza. No tienes por qué pasar por un hecho de tanta magnitud solo.

Utiliza las herramientas tecnológicas disponibles: La mayoría de las aplicaciones y servicios de medios sociales te permiten bloquear a la persona.

Protege tus cuentas: No compartas tus contraseñas con nadie, ni siquiera con tus amigos más cercanos, que pueden no estar cerca para siempre, y protege tu teléfono con una contraseña para que nadie pueda usarla para hacerse pasar por ti.

Si alguien que conoces está siendo intimidado, no te quedes mirando:  Quedarse al margen puede dar poder a un agresor y no hace nada para ayudar. Lo mejor que puedes hacer es tratar de detener la intimidación tomando una posición en contra de ella. Si no puedes detenerlo, apoya a la persona que está siendo intimidada. Si la persona es un amigo, puedes escuchar y ver cómo ayudar, consideren juntos la opción de denunciar la intimidación. Si aún no son amigos, incluso una palabra amable puede ayudar a reducir el dolor. Por lo menos, ayude a no transmitir un mensaje mezquino y a no dar atención  a la persona que está intimidando.

Para padres:

Tiene suerte si su hijo le pide ayuda: La mayoría de los jóvenes no les dicen a sus padres que están sufriendo una intimidación a través de medios tecnológicos.  Si su hijo está perdiendo el sueño o no quiere ir a la escuela o parece agitado cuando está en su ordenador  o teléfono, pregúntele por qué está así. No tenga miedo en preguntarle si tiene algo que ver con un comportamiento mezquino o relacionado con las redes sociales.

Trabaje con su hijo: La intimidación y el ciberacoso generalmente implican una pérdida de dignidad o control sobre una situación social, e involucrar a su hijo en la búsqueda de soluciones le  puede ayudar a recuperarla.

Responda pensativo, no rápido: Lo que los padres no siempre saben es que pueden empeorar las cosas para sus hijos si actúan precipitadamente. El acoso cibernético implica que alguien sea marginado (menospreciado y excluido), lo que el agresor piensa que aumenta su poder o estatus.

Es necesaria más de una perspectiva: El relato de su hijo de lo que sucedió es probablemente sincero, pero recuerde que la verdad de una persona no es necesariamente la de todos. Necesitará obtener otras perspectivas y tener una mente abierta sobre lo que son. A veces los jóvenes se dejan arrastrar a reacciones en cadena, y a menudo lo que vemos en la red  es sólo un lado o parte de la historia.

Por último se necesita promover el uso de comunicaciones más seguras y responsables que pueda prevenir el Ciberbullying, y poder encontrar la manera de dar más apoyo a las víctimas.